Como esa canción con
la que tanto me gusta rozarme entre tus intenciones, que dice eso de "baby
we both know that the nights were mainly made for saying things that you can't
say tomorrow day", así estoy en esta noche. Susurrando a las estrellas que
infantilmente coloqué encima de mis sueños para poder ver con más claridad la
oscuridad que no me dejaba, entonces, ser feliz de mí misma.
Aquí, estoy, en la
noche. Intentando animarme con unas canciones que quieren ocultar lo que a mí
se me da tan bien. Lo que me hizo caer y recaerme mil y una veces en esta
carrera llamada indecisión. Aunque algunos se empeñen en llamarla vida.
Aquí me encuentro,
intentando dilucidar entre canciones animadas lo que mi corazón no sabe si
llorar o gritar. Lo que no entiendo ni quiero saber, lo que no encuentro, lo
que no sé si busco, por lo que creo que me acorazo... Pero claro, acorazarse de
un corazón que no quiere más que acorazarse detrás del mío, no es lo más sano.
Y aquí estoy,
caminando entre nubes inertes de fantasía tras una resaca emocional que no sé
si es de alegría, tristeza o todo junto a la vez con un tono melancólico que me
duele al respirar, aquí debajo, en las sábanas de la intencionalidad y la
consciencia.
Y aquí sigo,
caminando hacia algo que ni me apetece comentar y hacia una historia que no
entiendo. Probablemente las respuestas sean fáciles desde fuera, pero a mí lo
complicado es lo que me pone y aquí estoy, dando vueltas a un mismo pilar de
conquistas, dudas, alegrías y decepciones que está dentro de mi mente. Y no
consigo salir ahí fuera, porque hoy no quiero, hay tormenta y yo soy más feliz
si la veo en la distancia, refugiada de las peleas y los encontronazos con la
realidad.
Hoy, hoy aquí estoy,
en la penumbra, intentando dilucidar un poco de luz que alumbrar con mi propia
varita mental, con un poco de lógica no-racional que me haga sentir qué es lo
que realmente quiero.
Y es que cuando
pones obstáculos para algo que, al final, sigue un cauce más o menos recto, es
cuando aparecen las dudas en las esquinas de la bruma que una misma inventa.
Y así, ya no sé si
esto es realidad o fantasía, si es cierto o no o si, simplemente, fue todo un
camino contra mi ego, mis dudas y mis profecías auto-cumplidas.
Neko
No hay comentarios:
Publicar un comentario