Hacía ya mucho tiempo que habías
dejado de importarme. Tantos meses intentando recordar tu aroma en vano y
ahora, cuando por fin vuelvo a sentirte muy cerca de mí, ya no es posible.
Antes te recordaba en mi cama
durante horas. Como me sonreías y me hacías ver que el Mundo era un lugar
complicado pero lleno de magia. Deseé mucho tiempo que volvieses a tocarme, a
sentirme. Quería olerte y recordar las horas que pasamos juntos sentados en ese
coche al atardecer. ¿Lo ves? Todavía me acuerdo de lo que te gustaba hacer
conmigo. De lo caprichoso que eras. Tenías mis labios cuando los deseabas, mi
cuerpo era tuyo cuando querías. Pasé tiempo pidiéndole a Dios que alguien
volviese a desearme como lo hiciste tú.
Sin embargo, tus abrazos acabé por
olvidarlos. Dejé de acordarme de tu risa y tu forma de hacerme enfadar. Me costó,
pero conseguí que mi corazón dejase de salirse de mi pecho cuando pensaba en
ti. Entonces me di cuenta de que no habías sido la mejor influencia para mí.
Drogas, alcohol, sexo, era lo único que te importaba. Entendí que, en el fondo,
yo no formaba parte de tus vicios. Mi problema fue que lo hice tarde. Fue
cuando las drogas ya formaban parte de mi vida, como lo eras tú. Ellas eran
junto a ti mis mayores deseos así que, cuando decidiste irte, durante meses la
heroína fue mi única compañera.
Fui
destrozando mi vida poco a poco dándome cuenta de que no habían sido las drogas
sino tú, mi arma mortal. Deseé morir varias veces pero nunca se cumplieron mis
deseos.
Cuando
mi vida ya estaba en las últimas, cuando tuve que pedir ayuda para salir de la
droga, apareció él. Me entendió y escuchó. Pronto me di cuenta de que sus
abrazos, sus caricias y su sonrisa volvían a hacer sentir que mi corazón se
quisiese salir de mi pecho.
No tardé
mucho en enamorarme de él pero nunca le dije que estaba loca por besarle. Yo
era una simple exdrogata y él era un chico inteligente, sano y muy muy dulce. ¿Quién
iba a querer a una chica como yo?
Lo que
yo no sabía era que él era una gran persona que me aceptó desde el principio y
que, un día, en el banco de un parque al atardecer, sin saber si quiera que yo
estaba enamorada de él, me besó hasta que nuestros corazones se unieron en uno
solo, dando lugar a Nosotros.
Sarasvati
No hay comentarios:
Publicar un comentario