lunes, 16 de febrero de 2015

Áureo Dibujo

El golpe de las manecillas del tiempo comprime los segundos frente a tus ojos y se escapa de mis dedos el olor de tus pensamientos. En la armonía de tu sonrisa encuentro la lluvia de latidos que acosan a mi corazón. Y son tus labios, que finamente dibujan el color del amor a trazo suave, los que difuminan el ayer y el mañana en el mismo lienzo. Lienzo blanco de tierno rubor iluminado por tu mirada fugitiva en lo eterno de la noche, con las estrellas guiando nuestros ciegos pasos que tropiezan en la mejor de las caídas, haciendo rodar nuestros cuerpos encontrando el sentido de nuestras vidas. Y es ahí, en el sudor que escapa de tu espalda, en el placer de tus caricias, en la tormenta incansable de tus besos, cuando realmente comprendo dónde se encuentra el arte del amor.

Tu rostro dormido, cubierto por el primero de los soles del día, es el retrato de mis amaneceres; tus besos improvisados, dispersos como corcheas tendidas, son la sonata de mis andares y tus “te quieros” dibujados con inocencia, son el poema que jamás llegué a completar y que ahora desdibujo aquí para expresar el áureo dibujo que se perfila en mi destino.

Drizzt Beleren

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