Medio dormido, notó un hueco en el
lado de la cama. La escuchó hacer café, siguiendo la misma rutina de siempre.
Portazo, cucharilla, azucarero. Era como haber visto la misma película millones
de veces, como cuando vocalizas los diálogos. Y esta era su favorita.
Se levantó, fue a la cocina lo más
silenciosamente que pudo y la cogió por la cintura. Se la comió a besos. La
llevó de vuelta a la cama, pero a mitad de camino ella le chilló. ¡La cafetera!
Que le den a la cafetera. No, no, no… esto no es una película, amor… nuestra
casa se puede quemar de verdad. Solo un momento. Te lo compenso.
Apenas se había tumbado en la cama
a esperarla cuando escuchó la explosión.
Ella lo despertó. Has gritado en
sueños. ¿Estás bien? Sí, sí… Solo ha sido un sueño. Sin embargo, no se podía
dormir. Sí, había sido una pesadilla., pero había empezado tan bien. La notaba
diferente desde hacía un tiempo… ¿sería culpa suya? Intentaría sacarla de la
rutina.
Estaba soñando contigo, con que te
reías. ¿Qué te parece? Déjame, mañana me levanto a las seis.
Medio despierto, se dio la vuelta e
intentó volver a dormirse.
Djalí
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