martes, 9 de diciembre de 2014

Come as you are.

Las preguntas se agolpaban en mi mente. Y mis momentos con ellos se disipaban. No quería reconocerlos míos ni me quería encariñar de ellos. Prefería huir por la tangente. No seguir en ese hogar que me ha hecho las veces de choque y de parachoque. A la vez. Muy a la vez. 

Podría hablar en pasado. Pero hoy me siento presente y futuro. Y no. No tengo ni idea de qué hacer. Cómo actuar o de dónde sacar las fuerzas para combatir, combatir contra quienes me han enseñado todo lo que sé.
 Cómo cambiar el mundo de personas que lo han creado todo en base a una serie de sucias ideas o composturas filosóficas a las que se aferran a cada golpe de dificultad intragrupal. 

Y no. No tengo fuerzas. Y siento rabia, incompetencia, intolerancia, asco, miedo y evitación. Y sé que con esto último no se llega a nada pero… Qué le voy a hacer si hoy no tengo ganas de luchar. Si pienso que algún día descubriré la fórmula secreta o, por lo menos, estaré lo suficientemente lejos.

Me siento triste, una persona que no debería ni existir por pensar esto. Pero es que cuando te ves con algo tan grande que no sabes ni por dónde cogerlo… es imposible empezar. Imposible planificar.


Hoy dejemos a la improvisación y a las ganas la capacidad de cambiar el rumbo. Poco a poco. Sin prisas. Aunque sabiendo que es la raíz de todo y que… Profundizar en el fondo sería lo mejor. 

Pero… Hoy sin presiones. Poco a poco…

Neko 

No hay comentarios: