DIEZ. En lo que a
relaciones se refiere, todos tenemos miedo de que el siguiente paso
que demos acabe en la baldosa equivocada. Miedo a que entonces nos
salpiquen todas las dudas que escondemos debajo de la piel cuando
todavía solo estamos en periodo de prueba.
NUEVE ¿Pero qué sucede
cuando descubrimos lo que hay en la cabeza del otro? ¿Qué pasa
cuando se revela lo que hay en la tuya? Y aún peor... ¿A qué nos
enfrentamos cuando ambos nos encontramos con la verdad a la mitad
porque solo nos atrevemos a decir las cosas a medias? Siempre con ese
miedo en el cuerpo cuando nos controlan los sentimientos y no la
razón.
OCHO. Supongo que
echarnos las culpas el uno al otro por no haber sido más valientes
no sirve de nada. Sí, deberíamos haber tenido el coraje de mirarnos
a los ojos y dejar mostrar lo que hay en nuestro corazón a pesar del
riesgo de ser dañados ¿Pero qué más da? Iba a doler de todos
modos.
SIETE. Odiaba cuanto
utilizabas la palabra amor no solo porque no soportara las
pasteladas, sino porque me irritaba escucharla salir de tu boca con
tanta facilidad cuando ni siquiera tenías claro lo que sentías.
SEIS. Las demás siempre
me decían que era frío, que era difícil de entender, que tenían
que tener cuidado con lo que decían porque nunca acertaban conmigo.
Pero contigo fue tan sencillo, me no tenía que esforzarme demasiado,
juntos éramos nosotros mismos... Y eso me asustaba pero creo que a
ti te aterró.
CINCO. Me costó reunir
todos los pedazos cuando rompiste mi corazón y ahora que mantenemos
una relación de cordialidad, tengo la sensación de que esto empieza
a ser un “ni contigo ni sin ti”.
CUATRO ¿Sabes esa
sensación de vacío? No sé si lo sabes pero eso es lo que dejaste
dentro de mí.
TRES. Fuiste tan
correcta, tan considerada... y te fuiste tan dolida, tan insegura de
ti misma. Lo que más me duele es no poder enfadarme contigo y al
mismo tiempo no poder ni oír tu nombre.
DOS. Me escapo a donde
las estrellas te observan cada noche. El tiempo lo dirá todo.
UNO. No me busques en una
temporada, tengo demasiadas cosas que achacarte por ahora.
CERO. Despegamos. Adiós, querida.
Veo como el mundo nos
despide conforme vamos ascendiendo y las personas se hacen hormigas
bajo nuestros pies. Traspasamos el muro de nubes y atravesamos el
cielo. Nada mejor que una misión de la NASA para aferrarme a mi
propia protección, para estar conmigo mismo y reunir la tranquilidad
y la claridad que ahora no tengo. Como decía el abuelo Parker: “Si
eres un chico mayor demuéstralo, los grandes no lloran”. Demasiado
rudo a veces, pero nunca, en ninguna de mis duras pruebas hasta aquí,
me dejó rendirme.
Se estabiliza la nave y,
ya sin gravedad dentro de ella, nos desabrochamos y flotamos por todo
el interior de lo que será nuestra casa en los próximos meses ¿Qué
hubiera pasado si hubiera sido totalmente sincero? ¿Habría cambiado
algo o sus palabras habrían sido las mismas? ¿Volveré a sentir
alguna vez algo así? ¿Habrá otra persona que me llegue a entender
en este u otro planeta? ¿Se acordará de mí? ¿Habrá visto el
despegue por televisión? ¿Me olvidará rápido? ¿Estará ya con
otro? Preguntas y más preguntas.... Quizá sea el momento para dejar
flotar todo el resentimiento que le guardo para afrontar tres cosas.
En primer lugar que, aunque no me suela pasar a menudo, estoy
enamorado. La segunda es que tengo que seguir adelante sin ella, no
importa el motivo si se ha marchado. Y la tercera, la reparación de
mi alma puesto que es la única que va a estar conmigo siempre sin
ninguna duda. El universo esconde ases debajo de la manga aun cuando todo
va bien. Puede que porque sea demasiado inmenso y alcance a dejar
sorpresas para cada uno de nosotros. Pero si somos capaces de superar
todos los obstáculos, sea un meteorito o un corazón roto, estoy
convencido de que cada vez será más fácil superarlos.
Alicia Salazar
No hay comentarios:
Publicar un comentario