lunes, 27 de octubre de 2014

Música - Parte 1: "Hace un año"

"Si pudieras rozar, antes de prohibir, los laberintos del festín…"

Las semanas se estaban convirtiendo en un cúmulo de noches difusas, de miradas de cazadores furtivos en busca de una presa fácil que, además, lo hiciera bien y de muchos bailes en mi cama.

Mi mente, obsesiva en un punto fijo, no paraba de ir y volver, de buscar la mejor forma de disfrutar, de conseguir nuevos corderillos a los que extorsionar con unos movimientos concretos con unas manos firmes que sabían muy bien lo que buscaban. ¿O no…? Pero las preguntas daban igual, lo importante era explorar y aprender. Aprender a vivir sola, después de tanto tiempo. Pero encontrando las compañías fugaces en bares que solo han visto lenguas sucias y promesas rotas.

Y así fueron pasando los meses y los hombres sobre mi cama y sus miradas sobre mi espalda... Sin querer saber nada más de mí que cuál era  el color de mis bragas. Fueron, en fin, días en los que acoracé mi corazón de mimbre. Fueron días en los que mi mayor compañía fue… La música.

Podría enumerar todas las canciones que me definían a la perfección en ese momento y sobre las que encontraba un resquicio sin beneficio de duda, una verdad que me aplastaba contra el pecho. Escribir me ayudaba… Pero escuchar esas letras de esos cantantes que me decían que lo que estaba haciendo estaba bien era lo que me mantenía en pie mientras esos poetas de la nocturnidad me dejaban tirada contra un suelo frío y lleno de orgasmos vacíos de lucidez.

Fue y será mi más fiel compañera de batallas, la que tantas veces me ha lamido las heridas... Mi más fiel definidora de mis estados y mi gurú en los momentos decisivos.

Neko

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