sábado, 25 de octubre de 2014

Pesadilla constante

Como cada tarde desde hacía tiempo escribía en su cuaderno sin darse cuenta de lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Nadie hablaba con ella, habían oído rumores de que era peligrosa. No lo parecía, solo escribía y escribía; un boli y un diario le valían para pasar las horas.

Ensimismada en su pensamiento Gloria escribía historias sin sentido basadas en su vida. Se arrepentía de muchas cosas, de no haber viajado, por ejemplo. Pasaba las horas relatando su vida sobre un papel que le hacía las veces de psicólogo.

Gloria deseaba haber hecho muchas cosas en su vida como soñar más, ser menos exigente consigo misma y disfrutar de la vida. Se arrepentía de no haber estudiado historia del arte sino derecho, lo que sus padres querían. Se arrepentía de muchas cosas, más de mil cosas en sus cortos 28 años de vida pero de lo que más se arrepentía era de haber salido esa noche.

Por primera vez en 3 años, Gloria se atrevía a escribir la historia que le llevó a prisión: “Ese 31 de diciembre decidí salir con mis amigas a celebrar que empezaba un año nuevo. Por los nuevos proyectos e ilusiones, porque vamos a triunfar y porque nos queremos. Así fue nuestro primer brindis del año. Un inicio del año que no acabó bien para mí.”

Gloria se arrepentía de haber decidido salir esa noche, deseaba haber cenado tranquilamente con sus padres, ahora su vida seguiría siendo la misma. Pero no lo hizo, salió y lo que ocurrió esa noche le hizo acabar en prisión.

“La noche estaba siendo una de las mejores de mi vida pero pronto se torció. Dejé mi copa sobre la barra y le dije a mi mejor amiga que iba al baño, que no se fuesen de ahí. Cuando salí ya no estaban, me sentí sola, perdida. Salí a la calle, quizá estaban fumando, pero no, no las encontré. Entonces un grupo de hombres se acercó a mí, no los conocía de nada. Consiguieron agarrarme y me metieron en un coche. Después de eso solo recuerdo que varios de ellos me violaron. Sabía que iba a morir, mi vida se terminaba. Sin saber cómo un día conseguí  liberarme y me enfrenté a uno de ellos. Le golpeé con todas mis fuerzas, lo mate. Pude escapar… Pero ahí no acabó mi pesadilla”.

Gloria fue acusada de asesinato y fue encerrada con una pena de 20 años. Sus raptores fueron condenados a 7 años por rapto y violación.

Una lágrima recorrió su mejilla, sentía que el mundo había sido injusta con ella. Cogió el bolígrafo para escribir la última frase antes de acabar son su vida.



“Me arrepiento de muchas cosas, pero nunca me arrepentiré de haberle matado. Y volvería a hacerlo.”

Sarasvati

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