Como cada tarde desde hacía tiempo escribía
en su cuaderno sin darse cuenta de lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Nadie
hablaba con ella, habían oído rumores de que era peligrosa. No lo parecía, solo
escribía y escribía; un boli y un diario le valían para pasar las horas.
Ensimismada en su pensamiento Gloria
escribía historias sin sentido basadas en su vida. Se arrepentía de muchas
cosas, de no haber viajado, por ejemplo. Pasaba las horas relatando su vida
sobre un papel que le hacía las veces de psicólogo.
Gloria deseaba haber hecho muchas
cosas en su vida como soñar más, ser menos exigente consigo misma y disfrutar
de la vida. Se arrepentía de no haber estudiado historia del arte sino derecho,
lo que sus padres querían. Se arrepentía de muchas cosas, más de mil cosas en
sus cortos 28 años de vida pero de lo que más se arrepentía era de haber salido
esa noche.
Por primera vez en 3 años, Gloria se
atrevía a escribir la historia que le llevó a prisión: “Ese 31 de diciembre decidí
salir con mis amigas a celebrar que empezaba un año nuevo. Por los nuevos
proyectos e ilusiones, porque vamos a triunfar y porque nos queremos. Así fue
nuestro primer brindis del año. Un inicio del año que no acabó bien para mí.”
Gloria se arrepentía de haber
decidido salir esa noche, deseaba haber cenado tranquilamente con sus padres, ahora
su vida seguiría siendo la misma. Pero no lo hizo, salió y lo que ocurrió esa
noche le hizo acabar en prisión.
“La noche estaba siendo una de las
mejores de mi vida pero pronto se torció. Dejé mi copa sobre la barra y le dije
a mi mejor amiga que iba al baño, que no se fuesen de ahí. Cuando salí ya no
estaban, me sentí sola, perdida. Salí a la calle, quizá estaban fumando, pero
no, no las encontré. Entonces un grupo de hombres se acercó a mí, no los
conocía de nada. Consiguieron agarrarme y me metieron en un coche. Después de
eso solo recuerdo que varios de ellos me violaron. Sabía que iba a morir, mi
vida se terminaba. Sin saber cómo un día conseguí liberarme y me enfrenté a uno de ellos. Le
golpeé con todas mis fuerzas, lo mate. Pude escapar… Pero ahí no acabó mi
pesadilla”.
Gloria fue acusada de asesinato y
fue encerrada con una pena de 20 años. Sus raptores fueron condenados a 7 años
por rapto y violación.
Una lágrima recorrió su mejilla, sentía
que el mundo había sido injusta con ella. Cogió el bolígrafo para escribir la
última frase antes de acabar son su vida.
“Me arrepiento de muchas cosas, pero
nunca me arrepentiré de haberle matado. Y volvería a hacerlo.”
Sarasvati
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