jueves, 23 de octubre de 2014

Solo con mi música

Las noches se hacen largas mientras te echo de menos. Los días son mi cuesta de enero y me siento como un juguete más de tu colección. Prometiste que no lo era, que yo era especial para ti. Te hacía sentir como nadie nunca lo había hecho, eso me decías cada noche antes de acostarnos.

Estaba ciego y te amaba más que a nadie en el mundo pero yo era uno más en tu juego de niña caprichosa. Al principio creí que habías cambiado, que podía ser el primer hombre que querías, que nuestra vida juntos estaba escrita en un diario divino.

Al tiempo empecé a notar que te alejabas de mi, de nosotros. Yo no decía nada porque te amaba y no quería perderte pero sabía que no me querías. Ya no venías a mis conciertos ni te interesaban las mismas cosas que antes. Sabía que como les pasó a los que hubo antes que yo, te estaba perdiendo.

Tenía miedo de volver a estar solo con mi música pero mi objetivo era hacerte feliz, quería lo mejor para ti y eso era no estar conmigo. Yo no era el elegido. Debía hacerlo. Me arme de valor y te dije que no te amaba, que había jugado contigo, estaba mintiendo. Era la primera vez en tu vida que te dejaban y rompiste a llorar, hiciste tus maletas y nunca más volviste.

Ahora, un año después, recordándote cada noche al acostarme y cada mañana al tener que levantarme me cuesta respirar, me ahogo en mis recuerdos. Sé por nuestros amigos que te va muy bien, que eres feliz y que ya hay otro hombre en tu vida.

El Whisky es ahora mi desayuno, mi comida y mi cena. Llevo meses sin escribir una sola canción pero hoy será el día que lo haga. Escribiré tu canción, aquella que cerrará cada concierto y que me ayudará a olvidarte. Como siempre, mi amor…


… Por verte sonreír he vuelto yo a perder.

Sarasvati




No hay comentarios: