domingo, 12 de octubre de 2014

¿Qué decir?

No, ya no. Ya no pienso más en ti. Ya no me pregunto qué estoy haciendo a tu lado porque ya no estoy a tu lado. Ya no me siento rara y fuera de sitio por habitar en tu mundo más de lo que debería. Ya no arriesgo el tipo para levantarte cuando te caes porque te fallan las fuerzas. Ya no.

Me siento bien. Me siento muy bien. Lejos de ti vuelvo a nacer. Las rutinas se centran sólo en mí y no se quedan vacías. Tu ausencia no es un drama. Junto aquellos pedazos que fui perdiendo conforme pasaban los días. Y me doy la forma que debería.

Aprendí a vivir sin ti, al igual que tú a aprendiste a ahogarte solo, en los desastres de tu vida. Sé que así es, y estoy segura de que estás acostumbrado a ello. Alejarte fue la mejor decisión de mi vida. No te guardo rencor. Lo que haces no lo puedes evitar, nunca hubo maldad. Lo que si hubo fue daño y dolor, y ganas de empezar de cero otra vez. No se puede culpar a la inocencia.

He dicho que no iba a pensar en ti y aquí estoy. Supongo que a veces es inevitable. Supongo que a ti también te pasará. Supongo que en algún momento de lucidez te acordarás de alguien, antes de perderte otra vez. Supongo que alguna vez fui importante.

Ojalá todo te vaya bien allá, y así no tendré que verte aquí. No sabría que decirte. Creo que te respondería si me hablases, pero ¿qué me dirías? Te imagino balbuceando excusas y me obligo a borrar esas imágenes. Sé que nunca sería así. Me hablarías de cosas insípidas de tu vida con esa tonta emoción con la que hablas de todo. Como si nada fuera realmente importante. Como si las nimiedades fueran mundo, y las verdades, irreales. Aún se me escapa una sonrisa si te imagino sonreír. Defectos de costumbre. Los tendré que corregir.

Ojalá nunca vuelvas. Ojalá nunca me traigas tu sonrisa. Ojalá nunca vuelvas a contarme con ilusión cualquier tontería mientras el barro te llega a las mejillas. Ojalá la vida nos trate bien a los dos, por separado. Ojalá, porque ¿qué podría decirte?


M E L O

No hay comentarios: